El sector del automóvil ha indicado el camino a la industria.

En el automóvil se ha visto el impacto positivo de la reforma laboral.Pero hacen faltan más reformas específicas, como “una mayor estabilidad legislativa”, indica Mercader, para evitar casos como el de las renovables, y fijar tipos fiscales que no sean disuasorios,como trata de hacer el BCE con los tipos de interés. La impresión última es que se ha perdido un 30% de tejido, pero aún hay partido. El I+D, que antes estaba en un 80% en manos públicas ahora está en privadas. Y hace falta dinero, porque sin estar excesivamente endeudadas, las empresas industriales españolas están cortas de recursos propios y les cuesta acceder a los mercados de capitales. Hacen falta por tanto catalizadores. Y en eso se mira al sector del automóvil, que debido a que arrastra un 10-15% del PIB, con la industria auxiliar, talleres de reparación, vidrio, metal, química..., ha logrado un trato especial. Y se comenta que buena parte de su éxito se debe al plan PIVE, pero, a su vez, la mano del lobby Anfac, no sólo hacia adentro, sino hacia afuera, ha sido decisiva. Y aquí el equipo de Rajoy ha introducido una importante novedad: junto a las embajadas, que hacen ya de oficinas conómicas de intereses españoles, ha colocado a los lobbies, que ya funcionan en el Congreso de EE.UU. o en el Parlamento Europeo, donde tienen puesto en plaza. Precisamente, en el discurso del estado de la nación, Rajoy habló de la necesidad de “incluir también la regulación parlamentaria de las organizaciones de intereses, los llamados lobbies, con medidas que clarifiquen cuáles pueden ser sus actividades y cuáles deben ser sus límites”. Así, les ha dado entrada como vía para atraer inversión extranjera. Para Jordi Mercader, “ son algo importante, funcionan, y no hay que prohibirlos, como las operaciones a corto en bolsa”. más información en: http://www.economistas.org/Contenido/Consejo/ResumenPrensa/1_2013/11_FEB...